domingo, 26 de julio de 2009

COMPARTIENDO-NOS HISTORIAS



Me encanta mi trabajo a pesar de sus durezas y dolores...eso de que las mujeres se expresen y compartan sus historias y además me digan"cuelgalo en el blog" me parece una forma lindisima de hacer politica...LO PERSONAL ES POLITICO.
Por eso aki os dejo la historia y una imagen de una mujer joven, bella, inteligente y sobreviviente de la violencia...SEGUIMOS CRECIENDO POR ELDA RAMOS, POR TI, POR TODAS, NO MAS VIOLENCIA MACHISTA!!
Pamela palenciano

Eh querido escribir mi testimonio, porque se que será quizá de mucha utilidad para muchas mujeres, pero sobre todo jóvenes que se ven envueltas en maltrato físico y psicológico, por parte de nuestras parejas, y no saben que decisión tomar, que hacer, que la vida sigue, y hay que aprender de ella y no cometer el mismo error. Siento que es mi deber como mujer, profesional, no callar.
(E. M. V.)

Tenia 19 años cuando lo conocí, llena de mucha inocencia, con ninguna experiencia de relaciones de pareja, educada por una familia sumamente conservadora y llena de prejuicios, yo llena de curiosidad, de ganas de amar y experimentar… me enamoro su galantería, sus detalles y su tratos, por supuesto de un hombre 14 años mayor que yo, lleno de mucha experiencia, vino la primera relación sexual y con ella las primeras manipulaciones por haberle entregado “la supuesta virginidad” romper lazos de amistad con mis amigas y amigos, por pasar mas tiempo con el, modificar mi vestuario, porque no soportaba que otros me vieran bonita, así pase el primer año, donde con su astucia creía cada vez mas la dependencia psicológica que me llevo cada vez mas a depender de él, “así te gusta vestirte para que los hombres te vean” “solo yo te puedo ver nadie más” frases como esta, eran muy comunes y las que me termine creyendo, quizá no solo por mi baja autoestima es ese momento, sino también mi falta de carácter y de orientación… pero eso no fue todo al poco tiempo descubrí un infidelidad, que fue algo de lo que no lo desearía a ninguna mujer, que como siempre ya habían habido señales de que así era, y no quise creer, y ahí quizá se confirma de la intuición femenina a la que debemos hacerle caso siempre, lo deje, por un par de días nada más porque logro convencerme que “era yo a la que quería” “que no había mujer como yo” con lagrimas, serenata y todo esos detalles por los que las mujeres no volvemos locas.

Seguimos y así como le perdonas una vez lo siguió haciendo… y ahora venia la primera señal de maltrato, vivía con mi tía, ella me había dado permiso que las veces que el llegara u quisiera quedarse lo podía hacer, entonces tenia mucha mas libertas, el llagaba cuando quería, me habían despedido de mi trabajo, y venia desconsolada esperando encontrar apoyo en mi pareja, cosa que no encontré, ese día llego a verme tomado, queriendo forzarme a tener relaciones sexuales, yo me moleste muchísimo y no quise, empezamos a discutir muy fuertemente y es ahí donde me agredió, sus palabras fueron “Tú me provocaste” “no fue para tanto” “te pusiste como loca, muy neurótica” “porque no me hiciste caso”, es ahí donde terminó demostrando sus aires de superioridad y de creer tener el control, esos golpes dejaron señas en mi cuerpo, que en realidad no fue lo que marco mi vida. Es indignante ver como ese hombre que dice que te ama y que eres el amor de su vida, decide mostrarte de una forma muy peculiar en amor que siente por ti, y que además de golpearte, se justifique y decida culparme; aunque termino aceptando que se había pasado...

Viví exactamente el ciclo de violencia, todos y cada uno de los procesos de este, y me llegue a acostumbrar tanto, que ya era normal, lo siguió haciendo una y otra vez, hasta creer que yo era la culpable y la que provocaba las discusiones y los pleitos…. Recuerdo que otra de las veces solo porque habíamos salido a bailar con un par de amigos y precisamente baile con uno de ellos, me dijo que era “una ofrecida” y termino tirándome una caja en las piernas, llegue a tener el concepto de amor que el había creado en mi, “amar es quien aguanta mas”….
Llego un momento en que físicamente no me sentía bien, yo misma me daba asco, mi cuerpo sentía repulsión y sabia la causa, en ese tiempo trata de encontrar que era lo que lo producía y me di cuenta que era él, pero como las cosas no vienen solas, en ese tiempo descubrí que su mujer y sus tres hijas, cuando la encontré en la puerta de mi casa para hablar conmigo, es ahí donde me di cuenta que todo había sido una mentira, me engaño por 2 años y así fue donde puse punto final a este infierno, donde sin dudas necesitaba mucha ayuda… y que me costo encontrar.

El punto aquí es aprender, después de contar muchas veces esta experiencia, con ansias de buscar ayuda, encontré muchas personas que me juzgaron, muchas puertas se cerraron, pero también muchas se abrieron y reencontré a mis verdaderos amigas/os y también comprobé que muchas veces las mismas mujeres somos las que juzgamos y criticamos, perjudicando en vez de ayudar a crecer, porque culturalmente se nos educa la insatisfacción y la envidia, antes que la solidaridad
Se que hay miles de historias de estas y quizá muchas y mas dolorosas, lo esencial es no callar y sobre todo no seguir al lado de una persona que lo único que ofrece es maltrato, para mi suerte no habían hijos de por medio.
En la medida que nos alejemos de las personas que nos hacen mal, seremos mejores mujeres, mejores seres humanos.
No hay porque sentir miedo, vergüenza o recelo, porque en todo caso no somos las culpables y en la medida que hablemos y sensibilicemos podremos ayudar a otras personas.
Como me lo dijo alguien un día “Una mujer no debe depender del afecto de un hombre para sentirme fuerte, segura de si misma y plena”